Todo matrimonio, sin importar quienes sean los futuros esposos, son un gran acontecimiento. Para Diane y Richard, su boda era tan solo el comienzo de su nueva vida juntos en calidad de marido y mujer. Como la mayoría de las parejas, esperaban ansiosamente el día del gran evento. Sin embargo, a Diane le preocupaba que su gran día pudiera sufrir un revés y convertirse en todo lo contrario que había soñado. Así que puso muchísimo empeño para asegurarse de que nada estropeara las celebraciones de este día, intentando prever y buscar una solución a cualquier posible obstáculo que amenazase con empañar el día de su matrimonio.