La pareja es originaria de diferentes partes del mundo. Rachel creció en el Delta del Misisipi. Mientras que Aaron nació y se crió en Honduras, donde sus padres eran misioneros evangélicos. Rachel no se abrió al mundo de la diversidad racial, sin embargo, Aaron estaba familiarizado con esta noción como el único chico rubio de ojos azules en su ciudad natal. De joven, Rachel comenzó a hacer viajes misioneros. Más tarde decidió que quería más adquirir más responsabilidad y experiencia.