Cuando la amiga de Diana, Rosa Monckton, dio a luz a un niño muerto en 1994, la princesa supuestamente ayudó a su amiga a enterrar a su hijo en secreto en el Palacio de Kensington, según ha revelado Burrell. Monckton ha dado fe de la veracidad de esta afirmación, diciendo que Diana se salió con la suya al decir que estaban enterrando a una mascota en el jardín. Al parecer, Diana entregó a Monckton una llave del jardín, que sigue en su poder.