Con las cantidades astronómicas que el “lindo cachorro” tragaba por día, el “lindo cachorro” creció y creció muy rápidamente. A la edad de 2 años, ¡ya medía casi 1 metro y pesaba no menos de 110 kilos! La familia se preguntó entonces si no había un problema, porque ningún perro de ninguna raza crece a tal velocidad. Pero poco después hicieron un extraño e inquietante descubrimiento.