Esta novia debía odiar completamente a sus damas de honor, de lo contrario, no estamos seguros de por qué eligió estos trajes para ellas. De hecho, no estamos seguros de qué es lo que esconden en sus manos dentro de esas cosas blancas, pero todo parece muy extraño. Sin duda, el sombrero y el cuello peludo a juego son la guinda sobre el pastel. No obstante, a juzgar por la sonrisa de las acompañantes, todo parece indicar que el estrafalario modelito era de su agrado…