Randy Guijarro se encontraba en una vieja tienda de antigüedades de Fresno, California, buscando pasar el tiempo con la intención de encontrar algo intrigante que llevarse a casa.
Randy no sólo estaba interesado en encontrar algo para animar su salón, sino que en realidad también es un coleccionista que disfruta encontrando preciosas posesiones del pasado. A este aficionado a la historia siempre le pareció que las tiendas de segunda mano o de empeño eran como ir a la caza del tesoro, como si fuese una especie de pirata en busca de misterios históricos y gemas que encontrar y coleccionar.
Sin embargo, nunca hubiera imaginado que aquel día acabaría siendo uno de los más memorables de su vida.