Durante sus primeros años de instituto, Allison Stokke se esforzó aún más por convertirse en la mejor saltadora de pértiga de la historia, y su duro trabajo dio sus frutos, ya que empezó a batir sus propios récords. En 2004, estableció un nuevo récord de salto con pértiga al saltar unos increíbles 12 pies y 8 pulgadas. Sin embargo, esto no fue suficiente para Allison, y un año después batió su récord una vez más y saltó nada menos que 13 pies y 5 ¾ pulgadas, lo cual resulta de lo más impresionante. Y es que seamos sinceros, la mayoría de nosotros ni siquiera podríamos saltar los 5 ¾ pulgadas…