Las temperaturas bajas convierten el almidón de estos tubérculos en azúcar mucho más rápido que si estás están sometidas a temperaturas más altas. Esta no es una buenas noticia para los amantes de las patatas. Ya sea hervidas, fritas, trituradas en puré o al horno, puedes consumir este elemento como quieras, lo importante es que no estén expuestas al frio. Por ello es importante que cuando las compres te asegures de almacenarlas en un lugar fresco y seco, pero nunca frio. De este modo, durarán más tiempo y su textura no será tan dura, facilitando su preparación.
