No puedes elegir de quién te enamoras, ya que el amor no entiende de razpmes. A veces, dos personas de dos países completamente diferentes se enamoran y comienzan una vida juntos. Eso significa aprender sobre la cultura del otro, e incluso a veces adaptar completamente tu vida a la cultura de tu pareja. Esta es la experiencia de una joven rusa que lo dejó todo por amor y pasó de la gélida San Petersburgo a la vibrante Estambul.